DESCARTES

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El “Cogito ergo sum” (Pienso, luego existo), es para
Descartes la certeza más radical.




                               TEXTO DE SELECTIVIDAD DE   R. DESCARTES:
 
 "Las reglas del método, su generalidad,  y el concepto de razón
 Había estudiado un poco, cuando era más joven, de las partes de la filosofía, la lógica, y de las matemáticas, el análisis de los geómetras y el álgebra, tres artes o ciencias que debían, al parecer, contribuir algo a mi propósito. Pero cuando las examiné advertí, con respecto a la lógica, que sus silogismos y la mayor parte de las demás instrucciones que da, más sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas o incluso, como el arte de Lulio, para hablar sin juicio de las que se ignoran que para aprenderlas. Y si bien contiene, en efecto, muchos buenos y verdaderos preceptos, hay, sin embargo, mezclados con ellos, tantos otros nocivos o superfluos que separarlos es casi tan difícil como sacar una Diana o una Minerva de un mármol no trabajado. En lo tocante al análisis de los antiguos y al álgebra de los modernos, aparte de que no se refieren sino a muy abstractas materias que no parecen ser de ningún uso, el primero está siempre tan constreñido a considerar las figuras que no puede ejercitar el entendimiento sin fatigar en mucho la imaginación, y en la última hay que sujetarse tanto a ciertas reglas y cifras que se ha hecho de ella un arte confuso y oscuro, bueno para enredar el espíritu, en lugar de una ciencia que lo cultive. Esto fue causa de que pensase que era necesario buscar algún otro método que, reuniendo las ventajas de estos tres, estuviese libre de sus defectos. Y como la multitud de leyes sirve a menudo de disculpa a los vicios, siendo un Estado mucho mejor regido cuando hay pocas, pero muy estrictamente observadas, así también, en lugar del gran número de preceptos que encierra la lógica, creí que me bastarían los cuatro siguientes, siempre que tomara la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez.
 Consistía el primero en no admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no comprender, en mis juicios, nada más que lo que se presentase a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese motivo alguno para ponerlo en duda.
 El segundo, en dividir cada una de las dificultades que examinare en tantas partes como fuese posible y en cuantas requiriese su mejor solución.
 El tercero, en conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos; y suponiendo un orden aun entre aquellos que no se preceden naturalmente unos a otros.
 Y el último, en hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estuviera seguro de no omitir nada.
Esas largas cadenas de trabadas razones muy simples y fáciles, que los geómetras acostumbran a emplear para llegar a sus más difíciles demostraciones, me habían dado ocasión para imaginar que todas las cosas que entran en la esfera del conoci­miento humano se encadenan de la misma manera; de suerte que, con sólo abste­nerse de admitir como verdadera ninguna que no lo fuera y de guardar siempre el orden necesario para deducir las unas de las otras, no puede haber ninguna, por lejos que se halle situada o por oculta que esté, que no se llegue a alcanzar y descubrir. Y no me costó gran trabajo saber por cuáles era menester comenzar, pues ya sabía que era por las más sencillas y fáciles de conocer; y considerando que entre todos los que antes han buscado la verdad en las ciencias, sólo los matemáticos han podido hallar algunas demostraciones, esto es, algunas razones ciertas y evidentes, no dudé de que debía comenzar por las mismas que ellos han examinado, aun cuando no es­peraba de ellas más provecho que el de acostumbrar mi espíritu a alimentarse con verdades y no contentarse con falsas razones. Mas no por eso tuve la intención de aprender todas esas ciencias particulares que comúnmente se llaman matemáticas; pues al advertir que, aunque tienen objetos diferentes, concuerdan todas en no con­siderar sino las relaciones o proporciones que se encuentran en tales objetos, pensé que más valía limitarse a examinar esas proporciones en general, suponiéndolas sólo en aquellos asuntos que sirviesen para hacerme más fácil su conocimiento y hasta no sujetándolas a ellos de ninguna manera, para poder después aplicarlas libremente a todos los demás a que pudieran convenir.
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Pero lo que más me satisfacía de este método era que con él estaba seguro de em­plear mi razón en todo, si no perfectamente, al menos lo mejor que me fuera posible. Sin contar con que, aplicándolo, sentía que mi espíritu se acostumbraba poco a poco a concebir más clara y distintamente los objetos. Por no haber circunscrito este método a ninguna materia particular, me prometí aplicarlo a las dificultades de las demás ciencias con tanta utilidad como lo había hecho a las del álgebra. No por eso me atrevía a examinar todas las que se presentasen, pues esto habría sido contrario al orden que el método prescribe; pero al advertir que todos los principios de las cien­cias debían tomarse de la filosofía, donde aún no hallaba ninguno cierto, pensé que era necesario, ante todo, tratar de establecerlos en ella. Mas como esto es la cosa más importante del mundo, y donde es más de temer la precipitación y la prevención, comprendí que no debía acometer esta empresa hasta llegar a una edad bastante más madura que la de veintitrés años que entonces contaba, dedicando el tiempo a prepararme para ella; tanto desarraigando de mi espíritu todas las malas opiniones que había recibido antes de esta época, como reuniendo muchas experiencias que fuesen después materia de mis razonamientos, y ejercitándome constantemente en el método que me había prescrito para afirmarse más y más en él.
Discurso del método, II, Edición de R. Frondizi. Alianza Editorial. Págs. 82-85
DESCARTES:
 Duda y certeza: «Pienso, luego soy», como primer principio de la filosofía
 No sé si debo hablaros de las primeras meditaciones que hice, pues son tan metafísicas y fuera de lo común que acaso no sean del gusto de todo el mundo. Sin em­bargo, me siento obligado, en cierto modo, a hablar de ellas para que se pueda juzgar si los fundamentos que he adoptado son bastante sólidos. Largo tiempo hacía que había advertido que en lo que se refiere a las costumbres es a veces necesario seguir opiniones que sabemos muy inciertas, como si fueran indudables, según se ha dicho anteriormente. :pero, deseando yo en esta ocasión tan sólo buscar la verdad, pensé que debía hacer todo lo contrario y rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, para ver si, después de hecho esto, no me quedaba en mis creencias algo que fuera enteramente indudable. Así, puesto que los sentidos nos engañan a veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal como ellos nos la hacen imaginar. Y como hay hombres que se equivocan al razonar, aun acerca de las más sencillas cuestiones de geometría, y cometen paralogismos, juzgué que estaba yo tan expuesto a errar como cualquier otro y rechacé como falsos todos los razonamientos que antes había tomado por demostraciones. Finalmente, considerando que los mismos pensamientos que tenemos estando despiertos pueden también ocurrírsenos cuando dormimos, sin que en tal caso sea ninguno verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entrado en mi espíritu no eran más ciertas que las ilusiones de mis sueños. Pero advertí en seguida que aun queriendo pensar, de este modo, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pen­saba, fuese alguna cosa. Y al advertir que esta verdad -pienso, luego soy- era tan firme y segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no eran capa­ces de conmoverla, juzgué que podía aceptarla sin escrúpulos como el primer prin­cipio de la filosofía que buscaba.
 Al examinar después atentamente lo que yo era y ver que podía fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que no me encontrase, pero que no podía fingir por ello que yo no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas se seguía muy cierta y evidente­mente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo demás que hubiese imaginado hubiera sido verdad, no tenía ya razón alguna para creer que yo fuese, conocí por ello que yo era una substancia cuya total esencia o naturaleza es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno ni depende ninguna cosa ma­terial. De manera que este yo, es decir, el alma por la cual soy lo que soy, es entera­mente distinta del cuerpo y hasta es más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es.
 Después de esto consideré, en general, lo que se requiere para que una proposi­ción sea verdadera y cierta; pues ya que acababa de encontrar una que sabía que lo era, pensé que debía saber también en qué consistía esa certeza. Y habiendo notado que en la proposición pienso, luego soy, no hay nada que me asegure que digo la verdad, sino que veo muy claramente que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir como regla general que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, pero que sólo hay alguna dificultad en advertir cuáles son las que concebimos distintamente.
Discurso del método. IV. Edición R. Frondizi. Alianza Editorial. Págs. 93-95
 DESCARTES: DISCURSO DEL MÉTODO
 1. - SÍNTESIS. El «proyecto» general es examinar «en qué consiste el conocimiento humano». Descartes elimina en primer lugar todo aquello que ha aprendido (parte primera); establece ense­guida los nuevos principios, el «método» (parte segunda) y «organiza y unifica el saber humano» (partes cuarta, quinta y sexta). Mientras tanto Descartes no se atreve a romper el «statu quo» de su época, respeta sus costumbres y creencias (parte tercera).
 2. - SEGUNDA PARTE. Estando en un cuartel de invierno disfrutando de una relativa calma y con­fort, Descartes nos hace partícipes de las reflexiones que le han conducido a elaborar su proyecto: la unidad de la ciencia a partir de un único método de inspiración matemática. Señala cómo las obras de un solo autor son mejores que las que han sido realizadas por varios; el deber a renunciar a la diversidad de opiniones que nos han sido enseñadas, a menudo fuente de errores, y en su lugar ser legitimadas por la propia razón. Esta empresa puede quizás alterar el ánimo de algunos, parti­darios de la tradición; sin embargo, no se trata de reformar la enseñanza oficial, ni el orden social establecido, sino sólo de exponer cómo Descartes ha llevado a cabo la reforma teórica de su pensa­miento.
Ante la imposibilidad de elegir un modelo, toma la decisión radical de forma metódica y provisional. No obstante, encuentra en la lógica, en el análisis geométrico y en el álgebra, los fun­damentos de su nuevo método, reduciendo a cuatro las reglas que han de observarse para construir con orden los pensamientos:
 a) evidencia,
b) análisis o resolución,
c) síntesis o composición,
d) enumeración.
 Formulados estos preceptos y siguiendo el orden establecido, Descartes los aplicó en pri­mer lugar a las matemáticas, por ser su objeto el más simple; adaptó el cálculo algebraico y el aná­lisis a la solución de problemas y descubrió así los mecanismos que facilitan su solución («Geometría, analítica”). Concibió entonces el proyecto filosófico de fundamentar la ciencia en general, pero, considerándose demasiado joven para acometer tal empresa, la dejó para más, ade­lante.
 3. - CUARTA PARTE. Este capítulo constituye el núcleo central del Discurso. En él Descartes aborda los fundamentos de su metafísica siguiendo las reglas del método propuestas en la segunda parte. La búsqueda de la certeza implica poner en práctica la duda metódica y provisional en todo el ámbito del conocimiento, tras lo cual Descartes descubre un primer principio indubitable: «Yo pienso, luego soy», el ser pensante que existe independientemente de toda cosa material. Es un principio evidente porque es claro y distinto, de donde se sigue que la claridad y distinción de las ideas será el criterio que seguir en la búsqueda de la verdad.
A partir de aquí Descartes pasa a establecer la existencia de Dios a través de tres argumentaciones. La primera, gnoseológica, se basa en la idea un ser un ser perfecto; el acto de pensar en el que se fundamenta mi existencia es la duda, algo imperfecto. Entonces, ¿cómo puedo pensar en la idea de perfección si yo soy un ser imperfecto? Esto sólo puede ser porque esta idea ha sido puesta en mí por un ser perfecto, Dios. La segunda, basada en la causalidad, parte también de la imperfección de la propia existencia; se requiere un artífice de nuestro ser, Dios, del cual depende todo y sin el cual nada podría subsistir. Por último, desde el punto de vista ontológico, el concepto mismo de perfección divina requiere su existencia, pues, de lo contrario, dejaría de ser un ser perfecto. La existencia de Dios, fuente de toda perfección y verdad, prueba también la existencia del mundo exterior, pues Dios garantiza la evidencia de nuestras ideas claras y distintas. Queda en nuestras manos el librarnos de las ilusiones de nuestra imaginación y sentidos y evitar el error."



1. Introducción:

  • René Descartes (1596-1650) ... Nació en La Haye, en la zona de Turena (Francia) y murió en Estocolmo (Suecia) …  Descartes  no es sólo un gran filósofo, sino también un gran matemático y científico: como matemático creó la geometría analítica, como físico puso las bases de la cinemática, y como filósofo pasa por ser el fundador de la filosofía moderna y de la corriente racionalista. ... Pertenecía a una familia de la baja nobleza, de la cual heredó una fortuna que le permitió vivir con independencia económica. ... De joven, cursó los típicos estudios clásicos (matemáticas y escolasticismo) en los jesuitas de "La Flèche". Posteriormente, cursó Derecho en la Universidad de Poitiers, sin embargo, nunca ejerció la profesión jurídica. ... Se alistó como soldado y participó en la Guerra de los Treinta años, más por viajar y conocer que por sentimientos patrióticos. ... Después de dejar el ejército, se dedicó durante algún tiempo a viajar recorriendo Europa desde Polonia a Italia. ... Al fin, tras una corta estancia en París, decidió vender sus propiedades en Francia y se trasladó Holanda, en donde permaneció el resto de su vida dedicando su tiempo a la filosofía, la ciencia y las matemáticas y a la divulgación de sus conclusiones. ... Murió de una enfermedad respiratoria -a la edad de 53 años- en Suecia, a donde había acudido atendiendo las súplicas de la reina Cristina que se mostraba muy interesada por conocer su filosofía. … Entre sus muchas obras podemos citar las siguientes: El discurso del método, Meditaciones metafísicas, Principios de filosofía, Las pasiones del alma.
Dos son los objetivos principales del proyecto filosófico de Descartes:
  1.  Construir una Filosofía universal. ... Unificar todas las ciencias en una sola. ... Frente a la diversidad de ciencias (Teología, Filosofía, Física, etc.), Descartes defiende la idea de una  Filosofía universal que abarque todos los conocimientos humanos... Compara dicha Filosofía con un gran árbol:  las raíces serían la Metafísica,  el tronco la Física,  y las ramas el resto de las ciencias particulares. ...
  2. Construir una Filosofía científica. ... Una filosofía cuyos conocimientos tengan el mismo grado de certeza y evidencia que los de las matemáticas ... Ello se podrá conseguir, según Descartes, haciendo un buen uso de la razón (bona mens), para lo cual es necesario tener un buen método de investigación. Y es que, Descartes piensa que los errores no suelen deberse a la falta de capacidades intelectuales, sino al mal uso que hacemos de ellas. No basta con tener razón (inteligencia) hay que aplicarla bien. Todo buen resultado depende del método.
  • La obra a la que pertenecen los textos que vamos a comentar es el "Discurso del método". ... El  “Discurso del método” es  una obra que Descartes escribió como prefacio (preámbulo o introducción) a una obra más amplia. ... Se trata de una autobiografía intelectual en la que Descartes nos va contando en primera persona los aspectos fundamentales de su pensamiento. ... La obra consta de seis partes y originalmente fue escrita en francés, cosa inusitada en aquella época, ya que la lengua oficial culta era el latín....
El  “Discurso del método” fue escrito por Descartes en la primera mitad del siglo XVII, en un contexto histórico todavía peligroso para los que se atrevían a defender la autonomía de la investigación a la luz de la razón frente a la autoridad de la Iglesia, siempre en guardia frente al nuevo espíritu del mundo moderno, y unos Estados gobernados por monarquías absolutas muy influenciables por la “inquisición”.  Esa fue sin duda la causa de que esta obra apareciese publicada, en un principio, de forma anónima.  (Ya, tres años antes de publicar su Discurso, al enterarse de la condena de Galileo, Descartes había desistido de dar a conocer una obra -“Tratado del mundo”- en la que defendía tesis copernicanas.). ...
  • Los textos a comentar pueden pertenecer tanto a la parte II como a la parte IV del  Discurso del método:
  • En la parte II, Descartes expone su concepción de lo que debe ser el método que es necesario seguir para evitar errores y alcanzar la verdad …El método cartesiano está inspirado en la geometría y, según Descartes, puede servir para todo tipo de conocimiento. Si lo aplicamos correctamente, admitiendo sólo lo que es indudable, no puede haber nada que no podamos conocer … El método tiene como objetivo superar el relativismo y el escepticismo y eliminar de las ciencias los principios superfluos y los erróneos. ...
  • En la parte IV, Descartes desarrolla la duda metódica: es necesario dudar de todo y considerar provisionalmente como falso todo lo que es posible poner en duda … Paradójicamente, la duda metódica conducirá a Descartes a una verdad indudable: la existencia del sujeto pensante. Y, a partir de esa primera verdad evidente, demostrará la existencia de Dios y del mundo …
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2. Contexto histórico-cultural y filosófico de la obra cartesiana:

  • Contexto histórico-cultural:
La vida de Descartes  transcurre, casi toda ella, en el siglo XVII ... En general, podríamos caracterizar el siglo XVII como un siglo de guerras, de pestes y de crisis económica y demográfica. ...
  • Políticamente, el siglo XVII se caracteriza por el triunfo de las monarquías absolutas, que tendrán como modelos a los reinos de España y Francia. Los reyes controlaban la economía y la política del país y, en algunos casos, tenían incluso el control de la vida intelectual y religiosa. Esta etapa política será conocida como antiguo régimen y finalizará con la Revolución francesa (1789) ... El conflicto más importante fue la Guerra de los Treinta años, originada por la rivalidad entre católicos y protestantes (el propio Descartes participaría en ella). …
  • Socialmente,  en esta época la nobleza comienza a perder protagonismo frente a la burguesía comercial. (Precisamente, los reyes, para sostener su poder absoluto, se apoyan en esa burguesía emergente.) …
  • Económicamente, tiene lugar, en un principio, un desarrollo espectacular del comercio ya que, durante el siglo XVII Francia, Inglaterra y Holanda se unirán a la aventura colonial emprendida por España y Portugal en el siglo XVI. … Sin embargo, las guerras, la peste y una sucesión de malas cosechas trajeron consigo una gran crisis económica: el hambre hizo estragos en numerosos lugares de Europa y causó una gran mortandad ...
  • Culturalmente, el siglo XVII es, en cambio,  un siglo de gran esplendor, tanto que, en algunos paises como España, llegará a ser denominado posteriormente como el Siglo de Oro ... Es el siglo del apogeo del estilo artístico conocido como Barroco, estilo que se caracteriza por el predominio del movimiento y la abundancia de detalles, y se manifiesta tanto en la arquitectura como en la literatura, la pintura y la música.  ... El siglo XVII es también el siglo de apogeo de la nueva ciencia:  la revolución científica, puesta en marcha por Copérnico, Kepler y Galileo, culmina, a finales del siglo XVII, principios del XVIII, con Newton. Con ello se abandonó definitivamente la concepción geoestática y geocéntrica del mundo, se completó la imagen mecánico-corpuscular de la naturaleza, cuyas leyes podían expresarse en lenguaje matemático, y se perfeccionó el método experimental, que tan fecundos resultados daría en las ciencias de la naturaleza.....
Entre los escritores destacan: Shakespeare, La Fontaine, Cervantes, etc. Entre los pintores: Velázquez, Murillo, Rembrandt, etc. (En el terreno de la música el  barroco alcanzó su máxima expresión en el XVIII, con Bach  y  Händel.)  ...
  • Contexto filosófico:
    • Filosóficamente, lo más notorio del siglo XVII es el nacimiento de dos grandes corrientes filosóficas:  el racionalismo y el empirismo.  ...  La polémica entre el pensamiento racionalista continental (Descartes, Malebranche, Spinoza, Leibniz)  y el  empirismo inglés (Hobbes, Locke, Berkeley, Hume...), está centrada en el tema del origen del conocimiento:
  1. El racionalismo ve en la razón la fuente principal del auténtico conocimiento humano ...
  2. El empirismo, por el contrario, defiende que la única fuente del conocimiento humano son los sentidos.

Al finalizar el siglo XVIIIKant, uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, intentará sintetizarlas en un sistema único: el criticismo. ...el criticismo de KANT  está de acuerdo en parte con el empirismo,  puesto que sostiene que el conocimiento empieza por los sentidos (no hay conocimiento hasta que los sentidos no empiezan a suministrar información); pero en parte también está de acuerdo con el racionalismo, ya que sostienen que sin el concurso de la razón -del entendimiento- no podríamos interpretar correctamente los datos sensoriales. Según Kant, los sentidos ponen la materia del conocimiento y la razón da forma a esa materia. ...
A pesar de esa clara diferenciación en cuanto al origen del conocimiento,  hay que señalar que tanto racionalistas como empiristas comparten algunos presupuestos de la filosofía de Descartes, el cual es considerado como el padre de la Filosofía moderna:
  1. El giro subjetivista … tanto racionalistas como empiristas son subjetivistas, en el sentido en que, para fundamentar el conocimiento, centran su atención, no en los objetos (como se hacía tradicionalmente), sino en las ideas que se forman en la mente del sujeto.
  2. La concepción de la verdad como certeza. … Todos ellos consideran que la verdad es una propiedad de las ideas en sí mismas, que las hace aparecer como ciertas a nuestro entendimiento (ideas indubitables). …
  3. La fascinación por las matemáticas. … Todos se sienten seducidos por la evidencia de las verdades matemáticas y por su carácter deductivo.
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3. Resumen del pensamiento cartesiano:

  1. El método para la búsqueda de la verdad:

Para superar las contradicciones y dudas en el conocimiento, Descartes quiere encontrar un método que le permita construir una Filosofía científica, cuyos conocimientos tengan el mismo grado de certeza y evidencia que los de las Matemáticas. …Descartes quería hacer  de la Filosofía lo que los científicos habían hecho de la Física: una ciencia exacta. ...
Descartes estaba convencido de que el gran avance que las ciencias de la naturaleza habían experimentado en su época se había debido a dos cosas: (1)  la matematización de las mismas, y (2) al descubrimiento del método experimental (hipotético-deductivo).  Decide entonces proceder en Filosofía de la misma manera que Galileo procedió en Física: buscará un método seguro de investigación e intentará desmostrar matematicamente las verdades filosóficas. …Descartes estaba fascinado por las matemáticas (él mismo contribuiría a su desarrollo descubriendo la geometría analítica).  En especial le atraían dos cosas de las matemáticas:  (1) la evidencia de todas sus verdades, y (2) su carácter deductivo (es decir, en matemáticas a partir de unas cuantas verdades evidentes se podían deducir de forma rigurosa y exacta, otras muchas).  Entonces, pensó que, si la razón humana había logrado esa precisión del conocimiento en las matemáticas, por qué no había de conseguirse lo mismo aplicando dicho proceder a la Filosofía; por qué no aplicar el método deductivo de las Matemáticas también a la Filosofía.  ...
Descartes se decide a ello, y lo primero que hará será buscar un  criterio de verdad para su método de investigación.  Criterio que encontrará en las propias Matemáticas: observa que lo que garantiza la verdad de todos los conocimientos en matemáticas es la evidencia intuitiva. Así que hace de la evidencia su criterio último de verdad.  Pero, ¿qué es lo que entiende Descartes por evidencia? Por evidencia, Descartes entiende una propiedad de las ideas que es captada de forma intuitiva por nuestro entendimiento y que hace que esas ideas nos parezcan absolutamente ciertas. -Certeza es el estado psicológico provocado por “aquello de lo que no se puede dudar”.-  [Con este planteamiento, Descartes introduce un nuevo concepto de verdad: la verdad no consiste en la “adecuación” entre pensamiento y realidad -como se sostenía en la tradición aristotélico-escolástica-, sino que la verdad es una propiedad de las ideas en sí mismas, que las hace aparecer como ciertas a nuestro entendimiento: verdad como certeza. La verdad –la certeza-, según Descartes, se dará, simplemente, cuando en los procedimientos mentales se dé una imposibilidad de dudar.] … La evidencia se nos da siempre en una intuición y es, en principio, una propiedad de las ideas simples.  Pero la mayoría de las ideas de nuestro entendimiento son ideas complejas, por lo que, para alcanzar su evidencia, hay que proceder, primero, a su análisis, hasta descomponerlas en todas las ideas simples que las constituyen.  Posteriormente, hay que hacer la síntesis o recomposición del todo, uniendo sucesivamente las diferentes ideas simples conocidas por intuición, con lo que al final –como vamos saltando de intuición en intuición; de evidencia en evidencia- tendremos la evidencia de la totalidad compleja. … [Podemos distinguir, pues, dos tipos de evidencia: la evidencia inmediata de las ideas simples, y la evidencia mediata de las ideas complejas -tras un proceso deductivo de análisis-síntesis-. … La evidencia de las ideas simples se capta de forma inmediata mediante una pura intuición racional; la evidencia de las ideas complejas, en cambio, sólo es posible captarla tras un proceso deductivo en el que vamos saltando, de intuición en intuición, encadenando ideas simples. … La intuición y la deducción son, de acuerdo con Descartes, los dos únicos modos de conocimiento, y, por lo tanto, son los elementos sobre los que se debe construir el método.].… Durante todo el proceso de análisis-síntesis, Descartes recomienda hacer constantes enumeraciones y revisiones de todos los pasos, es decir, comprobaciones para no perdernos o equivocarnos. … En resumen, pues, podemos decir que el  método cartesiano consta de estas cuatro reglas:
  1. Evidencia. ... no admitir como verdadero más que lo que aparezca a nuestro entendimiento como evidente.
  2. Análisis. ... desmenuzar cualquier cuestión compleja hasta los límites de sus elementos básicos, evidentes.
  3. Síntesis. ... recomponer ordenadamente la totalidad compleja, avanzando de evidencia en evidencia.
  4. Comprobación. ... enumeración y revisión de todos los elementos y circunstancias que intervienen en el proceso considerado.
  1. La duda cartesiana:

2.1. Duda universal (los 4 criterios o motivos de duda)

El método analítico-sintético que Descartes pretende aplicar para construir su Filosofía científica es un método deductivo, pues va encadenando, de forma necesaria, unas ideas a otras. Por tanto, la validez de la  última deducción depende de la validez de todas las anteriores y, en último extremo, de la evidencia del punto de partida (Si falla esa primera evidencia, fallarán todas las demás). … Es por ello, que Descartes intentará establecer una primera verdad absolutamente evidente, de la que pueda deducir de forma necesaria todas las demás (pues no quería edificar su sistema filosófico sobre un fondo de arena. Porque si fallan los cimientos podría derrumbarse todo el edificio).  Esa primera verdad (primera certeza), ha de ser, pues,  según Descartes, algo de lo que sea absolutamente imposible dudar.   Como punto de partida para comprobar  si existe algo de lo que sea imposible dudar, Descartes va a intentar, aunque resulte paradójico, dudar de todo.  … En primer lugar dudará de los sentidos, pues es un hecho que los sentidos nos engañan a menudo; por tanto, no son de fiar. … En segundo lugar dudará de la razón, pues también es un hecho comprobado que la razón se equivoca muchas veces; por tanto, “tampoco debo fiarme de lo que me dice la razón”. … En tercer lugar va a dudar también, aunque parezca absurdo, de la evidencia sensible de la realidad (por ejemplo, dudar del hecho de que “estoy en este momento de pie, junto a esta estufa, con una hoja de papel en la mano”). Para ello recurrirá al hecho de la no distinción entre el sueño y la vigilia:  “cuando sueño las cosas me parecen reales y sólo descubro que son falsas al despertar.  Pero,  ¿quién me asegura que no estoy soñando cuando creo estar despierto?” … Los tres motivos de duda anteriores le permiten no estar seguro de nada, excepto de las verdades matemáticas (tres mas dos son cinco, tanto si estoy despierto como si sueño).  Para establecer una duda universal, que incluyera incluso a las verdades matemáticas, Descartes se inventa la hipótesis del genio maligno engañador:  “un ser poderoso que se complace en engañarme continuamente,  no permitiéndome distinguir lo verdadero de lo falso,  haciéndome tomar por evidente cosas que no lo son”. … En resumen, Descartes establece 4 criterios o motivos de duda:  . …
  1. Los sentidos nos engañan ...
  2. La razón se equivoca (mal uso se la razón) ...
  3. La no distinción entre el sueño y la vigilia . …
  4. La hipótesis del genio maligno engañador. …
2.2. Duda metódica (las 3 certezas)

Descartes intenta ejercer una duda universal, ahora bien, si hubiera llegado a la conclusión de que es posible dudar de todo, entonces habría caído en el escepticismo (=negación de la posibilidad del conocimiento) … Pero no fue así. A través del proceso de duda, Descartes va a encontrar algo de lo que es absolutamente imposible dudar, y a partir de esa primera verdad intentará deducir lógicamente todas las demás verdades de su sistema filosófico. La duda cartesiana no es, pues, una duda escéptica (no es una duda como punto final de su filosofía), sino que es una duda metódica, o sea, una duda entendida como medio o camino para encontrar verdaderos conocimientos (la duda es el punto partida para llegar a la verdad.). Descartes estableció los cuatro criterios de duda, simplemente, con el objetivo de que sólo aquellos conocimientos que fuesen capaces de superarlos serían los únicos que podrían ser tomados como verdaderos de modo indudable. ...En concreto, Descartes va a establecer, a partir de la duda metódica, 3 verdades indubitables o certezas:
  1. Primera certeza: existencia del ser-finito pensante (=YO) … Descartes llega a esta primera certeza absoluta a partir, como ya hemos dicho, de su intento de duda universal. Efectivamente, intentando ejercer la duda universal, Descartes se dio cuenta de pronto de que había algo de lo que era absolutamente imposible dudar: puedo dudar de todo, menos de que soy algo que duda, es decir, algo que piensa;  pero si pienso, soy algo que existe (al menos, como cosa-pensante).  Esta primera verdad indubitable la sintetizó Descartes en la famosa frase  “cogito, ergo sum”  (=pienso, luego existo). …
  2. COROLARIO. … De la 1ª certeza, Descartes extrae el criterio de verdad de su método: la evidencia racional. A partir de ahora, Descartes sólo aceptará como verdaderos aquellos conocimientos que resulten tan evidentes como la idea del "cógito" (=pensamiento). Las características que hacen evidente esa primera verdad son, para Descartes, su claridad y distinción. Así que, esa misma claridad y distinción es lo que va a exigir Descartes a todos los conocimientos. ... Con ello, inaugura Descartes una nueva concepción de la verdad: verdad como certeza. Según Descartes, la verdad consiste simplemente en la evidencia (=claridad y distinción) de las ideas. Lo cual implica que "toda idea clara y distinta en la mente, tendrá su referente sustancial en la realidad". Dicho de otra forma, a cada idea evidente en nuestra mente, le corresponde un objeto existente en la realidad. (Todo lo racional es real...)
A partir de esa primera certeza, la  de la idea del ser-finito pensante (=Yo),  y aplicando su criterio de verdad (la evidencia) a las ideas innatas que se forman en nuestra mente, Descartes va a establecer inmediatamente, otras dos certezas. Veamos:
  1. Segunda certeza: existencia del ser-infinito perfecto (=DIOS) … El hecho de que dude le hace intuir a Descartes, también de manera evidente (clara y distinta),  que es un ser imperfecto (hay más perfección en conocer que en dudar), es pues un ser finito e imperfecto, ya que tiene algunas carencias. Ahora bien, si se reconoce como tal ser-finito es porque, de alguna manera tiene en su mente la idea opuesta:  la idea de infinitud y perfección (de lo contrario, no podría reconocerse como un ser finito e imperfecto). -Puedo concebir la idea de un ser que no tenga ninguna carencia;  que, frente a mí, posea todas las perfecciones y que sea, por lo tanto, infinito en perfecciones-.  ... Esa idea de infinitud y perfección es, para Descartes, otra idea clara y distinta, como la idea de pensamiento,  por lo tanto debe tener también su referente sustancial en la realidad. Dios existe realmente, pues si mi idea de Dios es la de un ser-infinito en perfecciones, entre todas las perfecciones debe poseer también la de la existencia, ya que, según Descartes,  hay más perfección en existir que en no existir;  y hay más perfección en existir como ser en sí mismo (sustancia independiente) que sólo como entidad mental (idea). …
  2. COROLARIO. … De la 2ª certeza, Descartes extrae la garantía de su criterio de verdad. Dios es quien garantiza que la ideas evidentes (claras y distintas) en nuestra mente se correspondan con algo real. Y ello, por dos razones: (1) porque Dios es el creador de nuestro ser-pensante, es decir, de nuestra racionalidad, y (2) porque Dios es infinitamente bueno, pues tiene todas las perfecciones, y, por tanto, no puede permitir que nos engañemos cuando hacemos un buen uso de la razón (si nos equivocamos a veces, es porque usamos mal la razón, de ahí la importancia que Descartes atribuye al método). ... La certeza de la existencia de Dios anula, pues, la hipótesis del genio maligno engañador, con la cual, Descartes nos hacía dudar, incluso, de las verdades matemáticas. Dios no es un genio engañador, ya que es un ser infinito en perfecciones (y ser engañador no es una perfección). Por lo tanto, las verdades matemática adquieren, a partir de ahora, un fundamento absoluto, pues su validez está garantizada nada menos que por Dios. …
  1. Tercera certeza: existencia del ser-finito extenso (=MUNDO) … A continuación, Descartes sigue indagando en su mente a ver si encuentra alguna idea más que sea tan evidente como las del ser-pensante y la del ser-perfecto.  Repara entonces en que la extensión de las cosas materiales del mundo se puede expresar en términos matemáticos, y nada resulta tan evidente como las verdades matemáticas (dos y dos son cuatro, ya sea pensando ya sea soñando). Así que,  el mundo material existe realmente (al menos como “cosa- extensa”). … -Las evidencias matemáticas, que fueron puestas en duda con la “hipótesis del genio maligno engañador”, recobran su absoluta validez con la certeza cartesiana de la existencia de Dios: si Dios existe realmente, y es infinito en perfecciones y en poder, no puede consentir que un ser maligno nos engañe-. …
  2. COROLARIO. … De la 3ª certeza, Descartes extrae la conclusión de que todo lo que se puede expresar matemáticamente es real,  y ello, porque las verdades matemáticas son tan evidentes como la verdad del cógito (=pensamiento) y la verdad de Dios. ... De aquí podemos deducir que sólo aquellos aspectos de la realidad que pueden ser cuantificados y expresados numéricamente son dignos de ser recogidos en una Filosofía científica, una filosofía cuyas verdades sean todas evidentes. …
Descartes contaría ya, a partir de ahora, con una base sólida para construir una Filosofía universal y científica. Dicha base se compone de tres pilares: (1) la evidencia, como criterio último de verdad; (2) la matematización, como medio para encontrar evidencias; y, (3) Dios, como garantía de que esas evidencias se corresponden con la realidad.
Resumiendo, Descartes estableció tres certezas, que serían los principios axiomáticos (verdades absolutamente evidentes) de su sistema filosófico:
  1. Primera certeza: =   sustancia–finita pensante (=Yo) …
  2. Segunda certeza: =   sustancia–infinita perfecta (=Dios) …
  3. Tercera certeza: =    sustancia –finita extensa (=Mundo)…
Esta tres certezas constituyen el fundamente o base de la Filosofía científica que quería construir Descartes. … A continuación, aplicando estrictamente las 4 reglas de su método de investigación, Descartes se proponía deducir todos los demás conocimientos y aglutinarlos en una Filosofía Universal (una Filosofía que abarcase todo el saber humano). …
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4.  Relación de la filosofía cartesiana con otras posiciones filosóficas:

  1. En cuanto a su concepción dualista de la realidad, podemos relacionar a Descartes con:


  • Platón:

Platón distingue entre un mundo material sensible y un mundo ideal inteligible; Descartes distingue entre una cosa corpórea (res extensa) y una cosa pensante (res cogitans). Eso sí, se diferencian en que para Platón su mundo inteligible es trascendente, mientras que para Descartes la cosa pensante no es una realidad trascendente.
Platón y Descartes coinciden también en rechazar los sentidos como fuente de verdadero conocimiento, aunque en el caso de Platón sea porque nos muestran el mundo sensible (que es copia imperfecta del mundo auténtico inteligible), y en el caso de Descartes, porque a veces nos engañan. ... La razón es la única facultad capaz de conocer la verdad:  para Platón porque conoce el mundo de las ideas, eterno e inmutable; y para Descartes porque se atiene a verdades evidentes, indudables  ...
  1. En cuanto al método de  investigación de la verdad, podemos relacionar a Descartes con:

  • Aristóteles:
Podemos relacionar a Descartes con Aristóteles, pues también Aristóteles ideó un método para establecer verdades con exactitud: el silogismo. ... Tanto el silogismo aristotélico como el método cartesiano son métodos deductivos. Pero Descartes entiende por deducción algo diferente a la deducción silogística: en el silogismo se va de lo general a lo particular; Descartes, en cambio, concibe la deducción como un proceso que va de lo simple a lo complejo. ... Descartes cree, además, que el silogismo no es un método adecuado para descubrir nuevas verdades, ya que, una vez conocida la proposición general, deducir de ella una de menor generalidad no añade nada nuevo al conocimiento (esto es,  si sabemos que  “Todos los andaluces son españoles”,  y que  “Todos los malagueños son andaluces”,  la conclusión sacada de ahí,  que  “Todos los malagueños son españoles”  no añade nada nuevo a nuestro conocimiento.  Ya estaba implícita en las premisas.). ... Para Descartes la deducción debe partir de evidencias simples (intuidas) y, a partir de ellas, se irá elaborando un saber cada vez más complejo. ...(Se ha de tener en cuenta que la validez última de la deducción descansa en la intuición por lo que cada paso también tiene que  “verse”  como evidente.) ...
  • Spinoza:
A propósito del método, también podemos relacionar a Descartes con Spinoza (otro filósofo racionalista del siglo XVII), en cuanto que, al igual que Descartes, también Spinoza procuró aplicar la metodología matemática a la filosofía. Incluso puede decirse que lo supera en lo que a la aplicación práctica de esa metodología se refiere.  Tal ocurre, al menos, en su obra fundamental, la Etica demostrada según el orden geométrico. Su manera de proceder en ella es el mismo que el empleado por el matemático en geometría establece unas definiciones y unos principios evidentes de por sí (axiomas), y a partir de ellos crea un sistema en el que las proposiciones son deducidas unas de otras siguiendo el modelo de la geometría de Euclides.
  • Los filósofos de la Edad Moderna en general:
La búsqueda de un método de investigación fue una constante entre todos los filósofos de la Edad Moderna, tanto racionalistas como empiristas. Todos querían encontrar un método que hiciese avanzar a la filosofía lo mismo que el método experimental había permitido avanzar a las ciencias de la naturaleza.  ...
Pero, en relación con el método, podemos apreciar claras diferencias entre racionalistas y empiristas. Veamos algunas:
  1. Respecto a la concepción del método. El método de los racionalistas es más matemático;  mientras que el método de los empiristas es más experimental.  …
  2. Respecto al alcance epistemológico del método (valor y límites del conocimiento). El racionalismo sostiene que un buen método permitiría alcanzar un conocimiento exacto de las cosas, mientras que el empirismo niega que el método nos proporcione un conocimiento exacto (solo las matemáticas proporcionan un conocimiento exacto, mientras que el resto de las disciplinas se mueven en un mundo de probabilidades y creencias).  … Para los racionalistas, el límite del conocimiento se situaría más allá de la experiencia;  para los empiristas, en cambio, el límite del conocimiento está en la experiencia, más allá de la cual nada se puede conocer con seguridad. …
  3. Respecto a las ideas de partida del método (origen del conocimiento). Los racionalistas parten de la ideas innatas de la razón; mientras que los empiristas parten de las ideas sensibles de los sentidos (los empiristas niegan la existencia de ideas innatas: nuestra mente, al nacer, está como una hoja en blanco. ...

Posteriormente, el criticismo de KANT conjugará, en cierta medida ambas posturas al afirmar que el conocimiento empieza por los sentidos, pero no todo, en el conocimiento, procede de los sentidos:  la razón, el entendimiento, aporta las categorías que ordenan los datos sensoriales.

  1. En cuanto a la duda metódica, podemos relacionar la posición de Descartes con la de:

  • Agustín de Hipona:
El proceso de duda metódica empleado por Descartes en su indagación filosófica, tiene cierta similitud con el desarrollado por  Agustín de Hipona ... Descartes alcanzó la primera certeza, la de la existencia de su yo pensante, partiendo de la duda, ya que si duda es algo que piensa y si piensa existe. Esta certeza la sintetizó con la expresión Cogito ergo sum (pienso, luego existo). Pero, mucho antes que Descartes, también Agustín de Hipona había alcanzado  la certeza absoluta de su existencia mental siguiendo un procedimiento parecido: según Agustín, la primera certeza que alcanzamos en el proceso del conocimiento es la de que "soy una conciencia pensante", ya que piense lo que piense, incluso si me engaño, "soy" (si me engaño soy algo que se engaña). Esta certeza la sintetizó Agustín con la expresión Si enin fallor sum (= Si me engaño, soy); -expresión que es muy semejante a la del Cogito ergo sum. ... Sin embargo, Descartes opina que el objetivo de Agustín difiere radicalmente del suyo: Agustín quiere, simplemente, probar la certidumbre de nuestro ser, mientras que para él se trata de la primera verdad sobre la que fundamentar todo su sistema filosófico.
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5.  Vigencia actual de la filosofía cartesiana:

  • La vigencia actual de la filosofía cartesiana es muy patente, ya que, la pretensión de Descartes de  hacer una filosofía cientifica sigue siendo un objetivo para muchos filósofos de hoy día. ...
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, a partir de Descartes, la filosofía occidental da un giro radical y tiende a convertirse en "filosofía de la conciencia".  El Cogito -el "yo pienso"- se convierte en el punto de partida absoluto del filosofar, y desde él se intenta conocer el mundo real. … Quizás uno de los mayores méritos de la filosofía cartesiana fue la orientación subjetiva que imprimió a la teoría del conocimiento. Y es que, la certeza exigida por Descartes conduce necesariamente a la autarquía epistemológica, es decir, a la idea de que la validez del conocimiento sólo depende del sujeto cognoscente y no de otras instancias externas y ajenas al sujeto. Para Descartes deben ser aceptados como válidos únicamente aquellos conocimientos de los que tengamos plena certeza, como por otra parte, hace el matemático; los demás conocimientos deben ser rechazados como erróneos y no válidos. Por eso, la indagación filosófica de Descartes comienza con la duda metódica:  en principio, debe poner en duda todos los conocimientos acumulados por la humanidad, hasta que encuentre un criterio racional que le permita distinguir claramente lo verdadero de lo falso. ...
Entre los filósofos contemporáneos que más se han aproximado a Descartes en su afán de hacer de la filosofía una ciencia estricta está el alemán Husserl. Este filósofo utilizó, como punto de partida, un procedimiento similar al de la duda metódica cartesiana:  puso entre paréntesis la existencia de la realidad y de todos los conocimiento para quedarse sólo con la pura conciencia ante la cual se presentan puros fenómenos (fenomenología), y decidió abstenerse de emitir juicios (epojé) hasta no haber alcanzado conocimientos seguros. 

En este sentido, la filosofía de Husserl, al igual que la de Descartes, puede ser considerada también como una "filosofía de la conciencia", pero a condición de que se tenga en cuenta que el concepto de conciencia ha sido modificado profundamente:  la conciencia para Husserl es siempre conciencia intencional. Quiere decirse que la conciencia no es, como sostenía Descartes,  una cosa en sí (que puede pensar, sentir, desear), sino una relación, es decir, algo que para ser necesita estar siempre en relación con algo la conciencia lo es siempre de algo; de alguna cosa. ...


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CUESTIONARIO PARA UN ESTUDIO COMPRENSIVO

1. Introducción:

  1. Descartes no es sólo un gran filósofo, sino también un gran matemático y un gran físico: ¿a qué contribuyó en cada uno de estos campos?
  2. ¿A qué clase social pertenecía la familia de Descartes?
  3. ¿Qué tipos de estudios realizó Descartes y en dónde?
  4. ¿En qué famosa guerra participó Descartes?
  5. ¿Qué reina suplicó a Descartes que acudiera a su corte para enseñarle su filosofía?
  6. ¿Cuáles son los dos objetivos principales del proyecto filosófico de Descartes?
  7. ¿Cuál es la principal obra de Descartes? ¿Cuál fue la causa de que esta obra apareciese publicada, en un principio, de forma anónima?
  8. El "Discurso del método" consta de 6 partes: ¿de qué tratan, respectivamente, las partes II y IV objetos de nuestro comentario?

2. Contexto histórico-cultural y filosófico de la obra cartesiana:

  • Contexto histórico-cultural:
  1. La vida de Descartes  transcurre, casi toda ella, en el siglo XVII: ¿cómo podríamos caracterizar en general al siglo XVII?
  2. ¿Por qué se caracteriza el siglo XVII desde el punto de vista político? ¿Con qué denominación será conocida esta etapa política? ...¿Cuál fue el conflicto bélico más importante de esta este siglo?
  3. ¿Por qué se caracteriza el siglo XVII desde el punto de vista social?
  4. ¿Por qué se caracteriza el siglo XVII desde el punto de vista económico?
  5. Desde el punto de vista cultural, el siglo XVII es un siglo de gran esplendor: ¿cómo llegará a ser denominado posteriormente este siglo en España?
  6. ¿Qué estilo artístico alcanzó su apogeo en el siglo XVII? ¿Por qué se caracteriza? ¿En qué ámbitos se manifestó?
  7. Cita algunos de los principales escritores del s. XVII ... Cita algunos de los principales pintores del s. XVII.
  8. ¿Por qué tres hechos fundamentales se caracteriza el s. XVII desde el punto de vista científico?
  9. ¿Cuál es el científico más importante del s. XVII?
  • Contexto filosófico:
  1. ¿Cuáles son las dos grandes corrientes filosóficas del s. XVII? ... Cita algunos de los principales filósofos de cada corriente. ... ¿Dónde sitúa el origen del conocimiento cada una de ellas?
  2. ¿Qué gran filósofo del s. XVIII intentará sintetizar racionalismo y empirismo? ¿Cómo?
  3. Cita y comenta tres aspectos de la filosofía de Descartes que comparten tanto racionalistas como empiristas.

3. Resumen del pensamiento cartesiano:

  1. El método para la búsqueda de la verdad:

  1. ¿Cuál es el objetivo del método cartesiano?
  2. ¿A qué dos razones cree Descartes que es debido el gran avance que las ciencias de la naturaleza han experimentado en su época?
  3. Descartes quiere proceder en filosofía igual que lo había hecho Galileo en su investigación de la naturaleza: ¿cómo?
  4. El modo que adopta Descartes para investigar la verdad filosófica es una imitación del proceder matemático. Descartes estaba fascinado por las matemáticas (él mismo contribuiría a su desarrollo descubriendo la geometría analítica): ¿qué dos cosas le atraían en especial de las matemáticas?
  5. Descartes pensó que si la razón humana había logrado esa precisión del conocimiento en las matemáticas, por qué no había de conseguirse lo mismo aplicando dicho proceder a la Filosofía; por qué no aplicar el método deductivo de las Matemáticas también a la Filosofía. Descartes se decide a ello: ¿qué fue lo primero que hizo?
  6. ¿Qué es lo que entiende Descartes por evidencia?
  7. ¿Qué es lo que entiende Descartes por certeza?
  8. Explica claramente el nuevo concepto de verdad que introduce Descartes.
  9. La evidencia es, en principio, una propiedad de las ideas simples.  Pero la mayoría de las ideas de nuestro entendimiento son ideas complejas: ¿qué dos procesos hay que llevar a cabo para alcanzar su evidencia, según Descartes?
  10. ¿Qué dos tipos de evidencias podemos distinguir, según Descartes?
  11. ¿Mediante qué acto de conocimiento se logra la evidencia de las ideas simples?
  12. ¿Mediante qué acto de conocimiento se logra la evidencia de las ideas complejas?
  13. De acuerdo con Descartes, ¿sobre qué dos únicos modos de conocimiento se debe construir el método?
  14. ¿Qué recomienda hacer Descartes durante todo el proceso de análisis-síntesis? ¿Para qué?
  15. En resumen: ¿cuáles son las 4 reglas del método cartesiano para la búsqueda de la verdad?
  1. La duda cartesiana:

2.1. Duda universal (los 4 criterios o motivos de duda)

  1. El método analítico-sintético que Descartes pretende aplicar para construir su Filosofía científica es un método deductivo: ¿por qué?
  2. ¿Por qué tiene tanto empeño Descartes en establecer una primera verdad absolutamente evidente, de la que pueda deducir de forma necesaria todas las demás?
  3. Esa primera verdad (primera certeza), ha de ser, pues,  según Descartes, algo de lo que sea absolutamente imposible dudar. Como punto de partida para comprobar  si existe algo de lo que sea imposible dudar, ¿qué es lo que va a hacer Descartes, aunque resulte paradójico?
  4. Para hacer universal su duda, Descartes comienza dudando, en primer lugar, de los sentidos: ¿por qué?
  5. En segundo lugar dudará de la razón: ¿por qué?
  6. En tercer lugar va a dudar también, aunque parezca absurdo, de la evidencia sensible de la realidad:  ¿a qué hecho recurre para ello?
  7. Los tres motivos de duda anteriores le permiten no estar seguro de nada, excepto de las verdades matemáticas (tres mas dos son cinco, tanto si estoy despierto como si sueño): ¿qué hipótesis se inventa Descartes para establecer una duda universal, que incluyera incluso a las verdades matemáticas?
  8. En resumen, ¿qué 4 criterios o motivos de duda establece Descartes, para intentar la duda universal?

2.2. Duda metódica: (las 3 certezas)

  1. Descartes intentó ejercer una duda universal:  ¿qué hubiera ocurrido, desde el punto de vista epistemológico, si lo hubiese logrado?
  2. Sin embargo, Descartes no logró la duda universal, sino que a través del proceso de duda encontró algo de lo que es absolutamente  imposible dudar, y a partir de esa primera verdad intentó deducir lógicamente todas las demás verdades de su sistema filosófico. Por eso se dice que la duda cartesiana no es una duda escéptica, sino una duda metódica: explica claramente la diferencia entre ambos tipos de duda.
  3. ¿Con qué objetivo estableció Descartes sus cuatro criterios de duda?
  4. ¿Cómo argumenta Descartes para  alcanzar la 1ª certeza: existencia del ser-finito pensante (=YO)? 
  5. ¿Con qué famosa frase sintetizó Descartes esa primera certeza o verdad indudable?
  6.  ¿Qué corolarios, fundamentales desde el punto de vista epistemológico, extrae Descartes de su primera certeza?
  7. ¿Cómo argumenta Descartes para  alcanzar la 2ª certeza: existencia del ser-infinito perfecto (=DIOS)? 
  8. ¿Qué corolarios, fundamentales desde el punto de vista epistemológico, extrae Descartes de su segunda certeza?
  9. ¿Cómo argumenta Descartes para  alcanzar la 3ª certeza: existencia del ser-finito extenso (=MUNDO)? 
  10. ¿Qué corolario, fundamental desde el punto de vista epistemológico, extrae Descartes de su tercera certeza?
  11. Descartes contaría ya, a partir de ahora, con una base sólida para construir una Filosofía universal y científica. Dicha base se compone de tres pilares: ¿cuáles?
  12. Resumiendo, Descartes estableció tres certezas: ¿cuáles?
  13. Esta tres certezas serían los principios axiomáticos (verdades absolutamente evidentes) de la Filosofía científica que quería construir Descartes: ¿qué se proponía hacer a continuación, aplicando estrictamente las 4 reglas de su método de investigación?

4.  Relación de la filosofía cartesiana con otras posiciones filosóficas:

  1. En cuanto a su concepción dualista de la realidad, podemos relacionar a Descartes con:


  • Platón:

  1. Expón claramente el paralelismo entre el dualismo platónico y el dualismo cartesiano. ... ¿En qué se diferencian esencialmente?
  2. Descartes y Platón coinciden también en rechazar los sentidos como fuente de verdadero conocimiento, pero ¿cuál es el porqué en cada caso?
  3. También están de acuerdo Platón y Descartes en considerar a la razón como la única facultad capaz de conocer la verdad: ¿por qué en cada caso?
  1. En cuanto al método de  investigación de la verdad, podemos relacionar a Descartes con:

  • Aristóteles:
  1. Descartes y Aristóteles coinciden en que ambos filósofos idearon un método deductivo para establecer verdades, pero entienden la deducción de forma algo diferente: ¿cómo la entiende cada uno?
  2. ¿Por qué piensa Descartes que el silogismo no es un método adecuado para descubrir nuevas verdades?
  3. ¿De dónde debe partir la deducción, según Descartes? ... ¿Sobre qué descansa la validez última de la deducción?
  • Spinoza:

  1. A propósito del método, también podemos relacionar a Descartes con Spinoza (otro filósofo racionalista del siglo XVII): ¿por qué?
  2. Incluso puede decirse que Spinoza supera a Descartes en lo que a la aplicación práctica de la metodología matemática se refiere.  Tal ocurre, al menos, en su obra fundamental, la Etica demostrada según el orden geométrico: ¿cuál fue su manera de proceder en esta obra?

  • Los filósofos de la Edad Moderna en general:
  1. Podemos comparar la actitud filosófica Descartes con la de los filósofos de la Edad Moderna en general en cuanto que todos ellos (tanto racionalistas como empiristas) estaban obsesionados en la búsqueda de un método de investigación filosófica: ¿qué pretendían con ello?
  2. ¿Qué es lo que diferencia fundamentalmente a racionalistas y empiristas en cuanto a la concepción del método?
  3. ¿Qué es lo que diferencia fundamentalmente a racionalistas y empiristas en cuanto al alcance y límite del conocimiento?
  4. ¿Qué es lo que diferencia fundamentalmente a racionalistas y empiristas en cuanto al origen del conocimiento?
  5. ¿Cuál es la posición de  los racionalistas y la de los empiristas respecto a las ideas innatas?

  1. En cuanto a la duda metódica, podemos relacionar la posición de Descartes con la de:

  • Agustín de Hipona:
  1. En cuanto al proceso de duda metódica empleado en la indagación filosófica, podemos comparar a Descartes con Agustín de Hipona, pues ambos filósofos procedieron de forma muy parecida:
    1. ¿Cómo procedió Descartes para alcanzar la certeza del YO-pensante? ... ¿Con qué frase sintentizó esa certeza?
    2. ¿Cómo procedió Agustín para alcanzar la certeza de su existencia mental? ... ¿Con qué frase sintetizó esa certeza?
  2. Sin embargo, Descartes opinaba que el objetivo de Agustín difería radicalmente del suyo: ¿por qué?

5.  Vigencia actual de la filosofía cartesiana:

  1. ¿Qué pretensión cartesiana sigue siendo un objetivo para muchos filósofos de hoy día?
  2. ¿En qué sentido la filosofía occidental da un giro radical a partir de Descartes?
  3. ¿Cuál fue uno de los mayores méritos de la filosofía cartesiana?
  4. ¿A qué conduce necesariamente la certeza exigida por Descartes?
  5. ¿Por qué la indagación filosófica de Descartes comienza con la duda metódica?
  6. ¿Qué filósofo contemporáneo utilizó, como punto de partida, un procedimiento similar al de la duda metódica cartesiana? ¿Cómo comenzó su indagación filosófica?
  7. La filosofía de Husserl, al igual que la de Descartes, puede ser considerada también como una "filosofía de la conciencia", pero ¿tienen ambos filósofos un mismo concepto de conciencia?
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PARA REFLEXIONAR:

  1. ¿Es posible la duda universal, -se puede dudar de todo, incluso de las verdades matemáticas?
  2. ¿Se puede dudar de la propia existencia?
  3. ¿Hay algún método seguro para alcanzar verdades absolutas?
  4. ¿Existen ideas innatas?
  5. ¿Se puede probar una verdad filosófica igual que se prueba un teorema matemático?
  6. ¿Todo lo racionalmente evidente es real? (Es decir, ¿toda idea clara y distinta en mi mente tiene su referente en la realidad exterior?)
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